miércoles, 3 de junio de 2009

“Liderazgo y Transformación: una reflexión sobre como propiciar cambios a través del Liderazgo”

La historia, es la historia del hombre y de su paso por la tierra; en ese sentido, los llamados “grandes hombres” de la historia poseen un común denominador que se ha llamado liderazgo, por las huellas que varios de ellos se han empeñado en dejar sobre otros hombres y sus historias. De cierto modo, varios de nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer a un líder bien sea porque lo hemos presenciado o porque lo hemos estudiado; (Julio Cesar; Alejandro Magno; Napoleón; Bolívar; Hitler; Lenin; Stalin; Churchill; Betancourt; Thatcher; Regan; Mandela; Chávez; Obama), pero es difícil de analizar cuándo y cómo ocurre en el actor o inclusive en nuestra persona. Esto me lleva a la pregunta, ¿Qué hace a una persona líder? Para algunos el líder nace, para otros el líder se hace. En todo caso, pareciera ser una mezcla de habilidades innatas, desarrolladas en conjunto con la aplicación de herramientas aprendidas. Ahora, la concepción de liderazgo que puedo construir a partir de la experiencia, lo que vivido hasta ahora en el mundo que concierne a todos y que es mi pasión: la política; yuxtapuesto a lo estudiado por diferentes autores; puedo decir, que el liderazgo es un método para alcanzar el éxito, donde la clave es: se aprende haciendo, en tanto que, el liderazgo es una técnica que permite movilizar personas para orientarlas al logro de una meta a través de la persuasión o influencia.

Ahora, ¿cómo se lidera? En mi opinión, se traduce en un verbo y una acción: hacer, haciendo que te sigan; pero tal cosa no es tan sencilla como parece, pues, liderar implica tener la habilidad de saber identificar oportunidades y puertas en momentos generalmente coyunturales que te permiten ver más allá del problema para enfrentarlo positivamente, orientando a la gente para afrontar el cambio.

En ese sentido, un líder es capaz de estar a la vanguardia de la realidad que lo preside; pero no tan lejos de esta como para abstraerlo por completo de ella, y, ser capaz de dirigir y de tomar decisiones sobre el rumbo que tomarán las acciones, el esfuerzo, la pasión y el trabajo de la gente que lo acompaña en el camino que labra. Por ende, algo sobre lo cual un líder debe estar claro antes de actuar, es saber qué quiere, la razón por la cual lo quiere, el tiempo que requiere y cómo lo quiere. Por ello, es fundamental conocernos a nosotros mismos como líderes; así como, conocer a las personas con las que trabajamos para que en efecto se logre orientar a nuestros seguidores al cumplimiento efectivo y satisfactorio de una meta.

A pesar de que en Venezuela hemos tenidos muchos liderazgos resaltantes a lo largo de su historia, sufrimos el mal del liderazgo mesiánico donde existen pocos ciudadanos bajo el peso de grandes héroes políticos y militares. Actualmente, el país está en crisis, hay algunos indicadores, que revelan que el sistema político ha estado sometido a conflictos intensos que dan como resultado el vacío de un liderazgo alternativo que sea capaz de inspirar a muchos. El primer síntoma de crisis es la sociedad dividida: porque existe un conflicto interno de gobernabilidad que no permite generar bienestar al ciudadano. El segundo, es la crisis que relaciona al gobierno con la oposición. El tercero, es que hay una gran parte de la sociedad civil refractaria y finalmente, estamos viviendo la falta de liderazgo en los partidos políticos. No obstante, esta realidad es una gran oportunidad para el nacimiento de nuevos liderazgos que vislumbren una salida viable de la crisis.

Por otro lado, ciertamente a pesar que hoy día estamos viviendo un momento de gestación de nuevos liderazgos para el país, históricamente en ningún momento el empoderamiento femenino se compara con el masculino cuantitativamente. Creo en el poder femenino, pues soy mujer, y quiero como muchas otras desarrollarme en el liderazgo político. Sin embargo, actualmente, según estudios de las Naciones Unidas y, a partir de lo que podemos observar de los ejemplos de nuestras vecinas latinoamericanas como Bachelet, Cristina de Kichner, entre otras, existe un significativo y creciente número de mujeres en cargos públicos; siendo esto un reflejo de que el empoderamiento y el liderazgo femenino es valioso para el desarrollo económico y social dentro del marco político de un determinado país pues las mujeres poseemos una inmensa capacidad de pensar en red gracias a nuestros propios instintos femeninos que nos permiten pensar en cómo administrar la comida de modo que todos queden igual de satisfechos, atender a los niños, atender al esposo, fijar citas por el teléfono para reuniones y cuidado de los niños, todo al mismo tiempo que permite registrar la simultaneidad y el tiempo y, reconocer los procesos y las discrepancias..

En ese sentido, yo me veo, me pienso y me defino como una líder política, que se ocupa por defender los fundamentos y valores de la democracia; la libertad y la garantía de los DDHH en Venezuela. En el futuro próximo, quiero trabajar por el desarrollo institucional y social del país desde un cargo de representación popular que me permita tener los recursos financieros y un equipo de alto desempeño calificado para solventar parte de problemas sociales, económicos e institucionales que aquejan a actualmente a Venezuela. Quiero orientar los esfuerzos de mis seguidores para logar orden en nuestras ciudades, la anhelada convivencia ciudadana y bien común para todos los ciudadanos por igual, mediante métodos de gerencia pública y políticas sociales centradas en gobiernos responsables que garanticen el respeto a los DDHH fundamentales.

Hasta el momento me he encargado de ir labrando dicho camino, desde mi carrera universitaria enfocada en el estudio de lo público y el poder, pasando por las experiencias del movimiento estudiantil defendiendo los principios y derechos fundamentales. En el momento que me sentí prepara, decidí ser militante del partido Primero Justicia, un partido joven en términos históricos y de oposición, para a partir de allí comenzar a construir mi carrera política. A pesar de ser joven y mujer, en dicha organización política me están dando la confianza para emprender un proyecto que me permitirá conocer toda la estructura a nivel nacional; así como, elaborar políticas creativas que ayuden al crecimiento y fortalecimiento del partido. Desde allí, pienso trabajar con las herramientas aprendidas en para buscar alcanzar el progreso generacional y estructural de cara al futuro, enfocado al fortalecimiento de sus bases. Mi estrategia es trabajar en conjunto con la coordinación nacional elaborando una evaluación de desempeño aplicable a toda la estructura a nivel nacional en materia organizativa y en materia política que permita obtener un diagnóstico para direccionar el cambio. Para ello, es menester implementar los conocimientos grupales aprendidos hasta ahora, donde la interrelación personal y la comunicación fluida con los agentes de carácter político y social son de vital importancia para generar confianza y trabajar.

Y cómo todo no debe ser actuar sin tener un plan, en el cual, se dibuje que es lo qué como líder se quiere lograr, soy coautora de un Proyecto de País escrito por un grupo de jóvenes multidisciplinario; además, miembro del equipo promotor del mismo. El propósito de dicho proyecto es generar el dibujo de una posible alternativa democrática para el pa, allí se expone la caracterización de la Venezuela que vislumbramos los jóvenes para el futuro. Nuestro primer objetivo es construir consenso a partir de lo que hemos elaborado hasta ahora; a través, de la retroalimentación con los partidos políticos, ONG´s y las redes sociales que adversan al gobierno y que son afectos a él; para luego, comenzar a trabajar en la materialización efectiva desde el poder. Pues, el liderazgo que actualmente demanda Venezuela y el mundo son: líderes preparados y responsables con sus palabras y acciones (tomando en serio lo que dicen para que tomen en serio sus acciones) y que posean una visión clara de cómo hacer las cosas bien, para todos los ciudadanos sin exclusión. Es por ello, que creo en la figura del líder preparado y ocupado por desarrollar políticas efectivas y eficientes, orientadas en la generación de alto empleo, riqueza y desarrollo humano; a través, del incentivo de la actividad comercial privada, gobiernos responsables que garanticen la seguridad ciudadana, el acceso a educación de calidad para todos y a viviendas dignas; superando la pobreza generando riqueza, lo opuesto a generar equidad a través del empobrecimiento, como lo proponen algunos demagogos.

No obstante, para llevar a cabo esta empresa del liderazgo casada con la política sobre la cual he decidido dedicar parte de mi vida con voluntad, trabajo, constancia y pasión; debo en primer lugar aprender las herramientas necesarias para mejorar mis aptitudes como líder desde conocimiento de la historia, pasando por oratoria y comunicación política, hasta la formulación de políticas públicas. Por ende, es imperativo ampliar mis habilidades a través de la formación académica para tener un suelo fuerte sobre el cual construya mi carrera en la administración pública. Y el programa de formación de liderazgo ofrecido por la organización Futuro Presente en conjunto con los académicos del IESA y la UCAB, me ofrecerá la oportunidad de estudiar las herramientas académicas e históricas que puedo llegar a implementar en mi trabajo por la defensa de la democracia, la participación política y la promoción de los DDHH; así como, en mi carrera profesional como líder político y colocarlas en práctica en la organización política a la cual pertenezco. Pues, un líder no lo sabe todo, es mucho lo que queda por aprender y comprender incluyendo el entendimiento de la importancia de los grupos de altos desempeño para el fortalecimiento del liderazgo, en la medida que: “en el trabajo de equipo, debe existir la convicción plena de que nadie llega a la meta si no llegan todos” (Virginia Burden).

Vanessa Sánchez

CI 17643695

Sección 3

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